Un velatorio o un entierro no son únicamente momentos tristes, sino también muy difíciles y delicados: es importante mantener una actitud socialmente adecuada para no herir, aún más, los sentimientos de los más allegados al fallecido. Por ello, en este post te damos algunas indicaciones sobre palabras de consuelo para un funeral y otros consejos relacionados.
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Evita palabras vacías de contenido
Una regla básica es la sinceridad, por lo que no es recomendable pronunciar frases hechas o vacías de contenido. Quien las reciba, a pesar de su estado de ánimo podrá sentir que no se corresponden con tus pensamientos o tus sentimientos reales y se notarían superficiales. Cosa que podría herirle todavía más.
Sé escueto
No es el momento de dar sermones ni discursos de ánimo. Se trata de un duelo, y cada persona lo lleva a su manera. Puede ser suficientes un “te doy mi más sincero pésame” o “lo siento mucho”, mirando a los ojos y con un gesto que denote cercanía. Pasado el funeral, ya llegará el momento de la recuperación psicológica para superar el fallecimiento, en la que sí tienen cabida otras reflexiones o conversaciones de fortalecimiento, si es que te corresponde a ti hacerlo.
El valor de un gesto
Si no encuentras inspiración o la emoción te impide expresarte con palabras, un gesto sincero puede tener el mismo efecto que cualquier frase. Un abrazo, una caricia o un beso demostrarán tus sentimientos de afecto hacia la otra persona.
Palabras relacionadas con la religión
La cuestión religiosa y las palabras para un funeral son temas muy relacionados, lógicamente. La recomendación es utilizarlas solo si la persona destinataria de dichas palabras es verdaderamente creyente, pues a buen seguro le reconfortarán de alguna manera. Si no es así, mejor prescindir de ellas.
Otros gestos que reconfortarán
Además de estos gestos y palabras de consuelo, hay otros detalles a los que conviene prestar atención en un funeral. Por ejemplo la puntualidad, es una forma de mostrar respeto y consideración por el fallecido y por los allegados. Llegar tarde indicará todo lo contrario.
También se agradece mostrar predisposición para atender las necesidades de los afectados, ofrecer algo de beber o comer, proporcionar sombra en un día soleado o prestar apoyo físico al caminar, son algunos gestos que puede ser reconfortantes.
En momentos como estos no queremos tener que preocuparnos de nada más. Por ello puede ser de utilidad contar con un seguro de decesos. Este tipo de seguro es también una importante ayuda tras el fallecimiento, pues no solo nos ayudará a cubrir los gastos que se generan, sino que nos facilitará los trámites administrativos que hay que realizar en estos momentos tan difíciles.