Una de las profesiones autónomas que más ha crecido en los últimos años es la del agente inmobiliario independiente. Por eso, cada vez más personas se interesan por esta actividad profesional.
¿Es este tu caso? Entonces estás en el lugar indicado: a continuación te explicamos todo lo que necesitas saber sobre los agentes inmobiliarios independientes, así que sigue leyendo y no pierdas detalle.
Agente inmobiliario independiente: qué es
Un agente inmobiliario independiente es un profesional que brinda servicios de asesoramiento, mediación y gestión en las compraventas, alquileres o permutas de inmuebles de forma autónoma, es decir, sin tener contrato con ninguna inmobiliaria.
En otras palabras, los agentes inmobiliarios independientes son trabajadores por cuenta propia que se encargan de facilitar las operaciones inmobiliarias.
¿Cuáles son las funciones de un agente inmobiliario independiente?
Como hemos comentado, un agente inmobiliario independiente se encarga de gestionar todas las operaciones necesarias para que se lleven a cabo todo tipo de operaciones inmobiliarias. Por lo tanto se ocupan de:
- Recibir las ofertas de ventas de los propietarios.
- Contactar a Peritos Valuadores de bienes raíces para inspeccionar y valorar las propiedades.
- Determinar el valor del inmueble y negociar el precio con el vendedor.
- Establecer un contrato previo con los compradores para establecer las comisiones.
- Promocionar la venta de propiedades.
- Recibir y entrevistar a posibles compradores y asesorarles sobre el tipo de propiedad que buscan.
- Buscar propiedades que se ajusten a las necesidades de los posibles compradores y elaborar una lista para poder presentársela.
- Fijar visitas a los inmuebles y enseñar las propiedades a los posibles compradores.
- Recibir ofertas de compra y negociar con los compradores y vendedores hasta llegar a un precio acordado.
- Guiar a los compradores para que sepan qué documentación necesitan para cerrar el acuerdo y sobre todo lo referente a solicitud de hipotecas o créditos inmobiliarios.
- Explicar a los compradores los términos del contrato.
- Revisar el historial de créditos y pagos de los compradores potenciales atendiendo a la legislación aplicable.
- Asegurarse de que tanto comprador como vendedor cumplen con la ley en materia inmobiliaria y avisar a los compradores sobre cualquier novedad relacionada con el inmueble.
- Entregar una copia del contrato compra-venta tanto al comprador como al vendedor, firmado por ambas partes.
Por otra parte, durante su día a día un agente inmobiliario independiente debe mantener siempre al día una lista de propiedades disponibles para venta, alquiler o permuta; registrar cada una de las visitas a las distintas propiedades; y responder a las preguntas o dudas de compradores y vendedores.
Ventajas y desventajas de ser agente inmobiliario independiente
Las responsabilidades de un agente inmobiliario independiente son muchas, como has podido comprobar, pero lo cierto es que este trabajo también ofrece ventajas muy interesantes para estos profesionales autónomos:
- Tienen más independencia: de esta forma pueden definir sus propios horarios, organizar sus propias citas, sus vacaciones…
- Pueden especializarse en ofertar y evaluar un tipo de inmueble en particular, en vez de vender todo tipo de inmuebles como en el caso de los agentes que trabajan para inmobiliarias.
- Pueden escoger a las personas con las cuales desean trabajar, ofreciendo un servicio mucho más personalizado.
- Reciben mayores ganancias: cuando un agente inmobiliario trabaja para una agencia, los ingresos que se obtienen por la venta están sujetos a comisiones. En cambio un agente inmobiliario independiente puede elegir cuál es el precio de su trabajo.
Sin embargo, ser agente inmobiliario independiente también conlleva ciertas desventajas que es necesario conocer:
- La capacidad de difusión de los inmuebles es menor: un agente inmobiliario independiente debe llevar a cabo toda la promoción y difusión de los inmuebles disponibles para alquilar, vender o permutar. Y esto requiere una serie de recursos y una inversión no solo de dinero, sino también de tiempo, importante.
- La construcción de una cartera de clientes sólida es lenta: los agentes inmobiliarios independientes deben buscarse sus propios clientes y darse a conocer en el sector ellos solos. Y llegar a ganarse la confianza de las partes es un trabajo lento y constante.
- La gestión de recursos es más complicada: al trabajar en solitario los agentes inmobiliarios independientes no suelen tener la capacidad de ofrecer servicios legales, de publicidad, convenios…
En conclusión, convertirse en agente inmobiliario independiente puede ser una muy buena idea de futuro, pero antes de lanzarse hay que evaluar las ventajas y desventajas de hacerlo y conocer bien las tareas a desarrollar.